El Dilema: cómo cooperar en beneficio de la Industria Musical

El pasado martes 1 de febrero se anunció Verifi Rights Data Alliance (VRDA), el proyecto liderado por Verify Media para la creación de un sistema de intercambio de datos de propiedad de derechos musicales  entre distintos agentes de la cadena de valor digital. La alianza cuenta como miembros inaugurales a un titular de derechos (Warner Music Group), un operador de gestión independiente de derechos de autor (UNISON), un distribuidor digital (FUGA) y una plataforma de streaming de música (DEEZER). Se trata de un proyecto pionero de gestión de metadatos, que puede contribuir significativamente a un cambio de paradigma para la industria de la música y su desarrollo futuro en beneficio de los creadores y creadoras. Pero, como veremos, no todas las empresas y organizaciones en la cadena de valor han tenido siempre una predisposición frente a este tipo de iniciativas; la historia nos demuestra que más bien lo contrario. Y creemos que vale la pena analizar el porqué y las razones que creemos que justifican sobradamente un cambio de actitud y de enfoque en beneficio de toda la industria y especialmente de los titulares de derechos, creadores y creadoras. 

Para ilustrar esta idea, nos parece útil acudir al dilema del prisionero, quizás el problema de la teoría de juegos más conocido.  Podríamos resumirlo en la disyuntiva  que los individuos u organizaciones afrontan a la hora de tomar decisiones complejas en momentos de incertidumbre, conflicto o presión; y las interacciones de nuestras decisiones con las que toman otros individuos u organizaciones. El dilema del prisionero pone de manifiesto la paradoja a la que a menudo nos enfrentamos -en nuestra vida diaria o profesional- creyendo que, al tomar decisiones que obedecen a intereses egoístas o individuales, alcanzaremos mejores resultados. Sin embargo, no tenemos en cuenta que, abandonando posiciones individualistas e introduciendo la cooperación en la toma de decisiones, podemos llegar a obtener resultados más óptimos y eficientes, en conjunto o a largo plazo.

Esta línea de pensamiento es aplicable a la industria musical. Un ejemplo de ello sería el intento impulsado en 2008 por la Comisión Europea para crear la Global Repertoire Database (“GRD”). Esta iniciativa tenía la ambición de crear una base de datos mundial de información autorizada, completa y multiterritorial sobre la propiedad y el control del repertorio global de obras musicales, con la participación y contribución de autores, editores, entidades de gestión, asociaciones de titulares de derechos, DSPs, managers, artistas, sellos discográficos, autoridades públicas y proveedores de servicios. Tras 7 años de trabajo y una deuda de 14 millones de euros el proyecto fracasó, supuestamente por los intereses individuales de algunos de los actores y por la lucha interna por el control de la base de datos. Este ejemplo ilustra el dilema: diversos actores deciden no cooperar, incluso si ello va en contra del interés común. 

En la industria de la música, en la que la gestión de derechos juega un papel central, existe un problema estructural, endémico y permanente del que muchos se quejan pero que nadie acierta a solucionar definitivamente: la falta de eficiencia y transparencia en la gestión de derechos y los royalties que no llegan a manos de los legítimos titulares de derechos. Por otro lado, ya comentamos el colosal reto tecnológico y de gestión de la información  que la industria musical afronta, con ratios de crecimiento del volumen de datos mayores que las de crecimiento del propio mercado (20-30% vs. 5-10%). Desde UNISON, creemos que la solución a estos problemas no va a llegar como consecuencia de un interés individual o particular, sino de un esfuerzo colectivo o consorcial de individuos y organizaciones. Es por ello que llevamos años trabajando con Verify Media  en esta dirección, en un proyecto cuyos primeros pasos se han anunciado esta semana. 

La propuesta de valor consiste en disponer de los mecanismos y soluciones tecnológicas para que se puedan compartir los datos de propiedad de una determinada obra musical necesarios (obviamente, respetando  la confidencialidad y la legislación en materia de protección de datos) entre las diferentes organizaciones de la cadena de valor en la explotación de los derechos de autor. Una suerte de base de datos descentralizada y distribuida y que permita compartir datos de una manera transparente, eficiente y segura. El objetivo: disminuir radicalmente las fricciones de datos y, con ello, los tiempos de cobro y pago a los titulares, así como  la proporción de dinero que queda sin distribuir o se distribuye erróneamente, por no conocerse el/la legítimo/a propietario/a de esos derechos en un momento determinado del tiempo. 

UNISON ha decido participar en VRDA porque creemos que esta iniciativa, basada en  la tecnología Blockchain, puede contribuir a la solución de esta problemática, que pasa por dar un paso al frente decidido más allá del bien individual. Es decir: la solución sólo puede pasar por una coordinación y cooperación entre organizaciones o consorcios que contribuyan de forma comprometida y decidida a intentar solucionar un problema común, que afecta gravemente al sector creativo.

 

Jordi Puy

CEO, UNISON

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