inteligencia artificial en la industria de la música

¿Qué es la Inteligencia Artificial y por qué nos da tanto miedo?

La Inteligencia Artificial (IA) ha emergido como una fuerza transformadora en el panorama tecnológico contemporáneo, pero su existencia y capacidades, desde siempre, han generado un enorme debate social y una gran preocupación. 

En este artículo explicaremos, a grandes rasgos, qué es la Inteligencia Artificial, cómo funciona y algunos de los motivos por los que se la teme.

¿Qué es la Inteligencia Artificial?

En términos simples, la Inteligencia Artificial se refiere a la capacidad de una máquina para imitar la inteligencia humana. Esto implica la capacidad de aprender, razonar, resolver problemas, entender el lenguaje natural y adaptarse. 

Al igual que otros programas informáticos, la inteligencia artificial se estructura en base a algoritmos y modelos matemáticos que permiten a las máquinas procesar información, identificar patrones y tomar decisiones. Sin embargo, los programas convencionales se limitan a seguir instrucciones programadas y no pueden aprender y mejorar con la experiencia. Sin embargo la inteligencia artificial, a través del aprendizaje automático (machine learning) y el procesamiento del lenguaje natural (NLP), puede mejorar su eficiencia y rendimiento con el tiempo y es capaz de adaptarse a nuevos entornos y situaciones.

¿Cómo surgió la Inteligencia Artificial?

Aunque el término “inteligencia artificial” suena muy moderno y disruptivo, lo cierto es que tiene casi 70 años de edad.

La primera persona que consideró la idea de la “inteligencia artificial” (aunque no le debamos a él el término) fue Alan Turing en 1950. Por aquel entonces, Turing publicó un ensayo titulado «Computing Machinery and Intelligence», donde planteó al mundo la pregunta de, «¿Pueden las máquinas pensar?». Hasta entonces, a nadie se le había ocurrido esta posibilidad, pero, con el creciente avance de las técnicas de computación del momento, resultaba una pregunta lógica (a pesar de que, por aquel entonces, hacía falta una habitación enorme y cientos de miles de dólares para poner a funcionar un ordenador millones de veces menos potente que nuestros teléfonos actuales).

No fue hasta 6 años más tarde (1956) que el término inteligencia artificial se presentó por primera vez en el Dartmouth College, en boca del científico de computadores John McCarthy. La acuñación del término llevó a consideraciones profundas sobre la definición y aplicaciones de la inteligencia artificial y desencadenó los estudios en el campo. Tres años después, en 1959, el primer laboratorio de «Inteligencia Artificial» comenzó a funcionar en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en Estados Unidos.

Desde entonces, los algoritmos de inteligencia artificial y las consideraciones morales, éticas y políticas de esta tecnología no han dejado de estar presentes. Sin embargo, hasta hace poco, estos avances se realizaban, ante todo, a nivel teórico. No ha sido hasta ahora que las capacidades tecnológicas de desarrollo de hardware han estado a la altura del potencial de la inteligencia artificial. Por eso es ahora cuando toda la potencia, posibilidades y retos que supone la inteligencia artificial han empezado a hacerse visibles (y usables) para el público general.

Razones del Temor Hacia la Inteligencia Artificial:

Es la capacidad que tiene la ia de aprender y evolucionar, y sus enormes aptitudes análisis y procesamiento, lo que hace que muchas personas se preocupen por las repercusiones que pueda tener para las sociedades humanas. No sin razón, grandes visionarios de la ciencia ficción han ahondado en los dilemas éticos y morales de la inteligencia artificial y en sus posibles repercusiones durante décadas. 

Las discusiones más comunes implican aspectos como la pérdida de empleos, la pérdida del control humano sobre las máquinas inteligentes o el impacto en la privacidad de las personas. Pero de estos temas ya se ha hablado mucho, y todos nos encontramos más o menos familiarizados con ellos.

Sin embargo en este artículo vamos hacer un resumen de otros hechos que afectan más directamente a la industria del entretenimiento, y, en concreto, a la industria musical, y, en sucesivos artículos, ahondaremos con más detalle en cada uno de ellos.

  • Saturación del sistema de distribución musical: la inteligencia artificial creativa está permitiendo a los creadores generar un gran volumen de obras en muy poco tiempo. Hoy en día, distribuir esa música a las plataformas de streaming está al alcance de todos. Como consecuencia, las plataformas experimentan un gran incremento del coste de infraestructura para mantener todas esas canciones disponibles.

 

  • Dilución de las obras de creación humana entre el gran número de obras generadas por inteligencia artificial: YouTube acaba de incorporar un criterio de validación y etiquetado para que los creadores de contenido puedan marcar si un contenido ha sido producido por inteligencia artificial, o si la inteligencia artificial ha asistido en su creación. Sin embargo, esta es una medida relativamente reciente, y no se encuentra extendida. Esto hace que sea complicado diferenciar la música convencional de la música generada por inteligencia artificial, lo cual afecta negativamente a los procesos de descubrimiento de canciones y bandas.

 

  • Ausencia de copyrights de los contenidos creados por inteligencia artificial: las regalías que retribuyen los usos de composiciones musicales dependen de las normativas de cada país respecto a los derechos de autor.. En muchos países, se considera que todo tipo de contenidos originados por inteligencia artificial no tienen copyright. A medida que la calidad de las composiciones y creaciones hechas por inteligencia artificial creativa aumente, muchos usos de la música que originalmente debían retribuir a los artistas (sincronizaciones musicales, música de fondo, etc), dejarán de obtenerse de medios convencionales, a fin de evitar los costes derivados de los derechos de autor, lo cual reducirá las opciones de los artistas de monetizar su trabajo y sostener su carrera artística a nivel profesional. 

 

Conclusión:

La Inteligencia Artificial es una herramienta poderosa que puede aportar beneficios significativos a la sociedad, pero también plantea desafíos éticos y sociales.

La tecnología y la ciencia, siempre han avanzado más rápido que las leyes y la filosofía. Resulta sencillo implementar una tecnología nueva cuando se nos presenta en forma de un producto listo para usar y que ofrece un sinfín de potencial, pero entender cómo afecta este producto a la sociedad, y el modo en que interacciona con nuestra cultura y valores, es algo mucho más lento. Igualmente, las leyes, que existen para velar por nosotros en estas situaciones, son algo que cuesta mucho más cambiar y evolucionar. 

Por lo tanto, la educación sobre la IA y la implementación de regulaciones éticas para su uso e implementación, son aspectos fundamentales. Es responsabilidad de todos nosotros avanzar hacia un futuro en el que la IA se convierta en un aliado en lugar de una amenaza. Para ello necesitamos entender en profundidad qué es la inteligencia artificial, que potencial ofrece y qué implicaciones tiene en la sociedad. Solo entonces estaremos en posición de tomar decisiones adecuadas, que nos permitan extraer todo su potencial sin poner en riesgo nuestros valores y principios fundamentales.

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